La conducción autónoma y su vinculación directa con la seguridad vial y la reducción de la siniestralidad ha sido el tema principal de la II Jornada sobre TecnologÃa y Seguridad Vial, organizada por Seguridad Vital (RTVE) y FESVIAL.
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Luis Montoro, presidente de FESVIAL, habló de los vehÃculos autónomos, alertándo de que "vivimos en una época peligrosa, con muchos inventos y pocas reflexiones. Hay mucho a debatir y por eso tienen sentido jornadas como las que hacemos aquÃ". Y es que, para el catedrático de seguridad vial, "no se puede pensar en vehÃculos autónomos solo en términos de tecnologÃa, porque estas tecnologÃas afectan al entono, las personas, la economÃa y la sociedad. En esta segunda revolución del automóvil el optimismo tecnológico, que no se dio en el Siglo XIX en la primera, quizá nos está cegando para ver que existen muchas cuestiones más allá de la tecnologÃa".
Montoro planteó cuestiones como: "¿Qué seguro va a tener?, ¿A qué edad se podrá usar?, ¿Quién tendrá la responsabilidad en un accidente?, ¿Quién decidirá el dilema moral en una situación complicada?, ¿Qué formación tendremos? ¿Van a desaparecer millones de conductores profesionales? ¿Habrá policÃas de tráfico y multas? ¿Quién controlará el mantenimiento de los sistemas laser, radar, cámaras y satélites de los coches autónomos?". El presidente de FESVIAL tiene muy claro que "antes de llegar al nivel cinco de conducción autónoma, queda mucho por hacer en lo tecnológico, pero sobre todo en lo legal, personal y social".
Para Montoro, "hoy en dÃa se registran fallos graves en conducción nocturna, o con lluvia, nieve o niebla. Los sistemas autónomos actuales necesitan un tiempo de análisis y reacción ante algunas de las miles de situaciones que se pueden encontrar; a veces, hasta siete segundos para pensar y reaccionar. También existen problemas para reconocer señales y marcas viales si no están perfectamente mantenidas. Hay limitaciones graves en reconocimiento de peatones y ciclistas, por ejemplo si un peatón se agacha en un paso de cebra... ".
La conclusión final de Luis Montoro fue que "queda mucho por hacer para llegar al nivel cinco de conducción, aunque nadie duda que se llegará. Eso sÃ, son tecnologÃas muy complejas, caras, vulnerables y requerirán tal nivel de mantenimiento, que habrá que plantearse si la implantación es viable y rentable, aunque sea técnicamente posible".
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